domingo, 2 de octubre de 2011

LA SEMBLANZA DE ANYA

  

   Su cabello rizado no dejaba de revolotear cuando Anya agitaba su pequeña cabecita contestando a su madre con un no aplastante cuando la ordenaba que guardara sus muñecas.

     Año y medio tenía Anya cuando fué adoptada;era una niña preciosa, rolliza con un rostro sereno y plácido, sus mejillas tenían un semblante sonrosado que a quienes la miraban dejaba cautivados.  
    
       Nació en Akury, un pueblo de  la región Chitinskaya Oblast  en Rusia de no más de cuatrocientos habitantes. 
     
      Cuando Anya se trasladó a España con sus padres adoptivos, Fina  y Justo, fue la única fémina, ya que sus madre Fina, solo había concebido a dos varones. Para ellos, su nueva hermana sería como un juguete. 
    
       Creció en una familia acomodada, sus hermanos mayores la adoraban y la nombraron Anuska, ya que su verdadero nombre Anya en castellano significa Ana.
       
      Justo era subdirector de un banco, un hombre muy respetado y admirado para quienes le conocían, por su carácter sensato, serio y reservado, en cambio  su mujer Fina, la complacía conversar  y parlotear con todo el mundo, con que  la adularan lo más mínimo se enfrascaba en una larga y extensa charla, para ella era algo natural y comprensivo para los demás, ya que solo se dedicaba a las tareas domésticas, a sus tres hijos y a  su marido que especialmente su naturaleza le exigía alimentarse con la actitud de un sibarita.

Continuará

sábado, 1 de octubre de 2011

EL ENCUENTRO I


       Edgar y Mirta no habían convivido juntos mucho tiempo ya que "Bebo", como ella le llamaba, marchó de casa antes que ella para contraer nupcias. A pesar de la diferencia de edad de los dos hermanos siempre se hallaron muy unidos.



       Edgar era un chico muy apuesto y un donjuán que tenía a todas las vecinas embelesadas y encandiladas,siendo consciente de ello,sus ojos verdes resplandecían cuando le dedicaban algún piropo,y se ruborizaba con mucha facilidad.




       Mirta regordita , morena y con unas graciosas
coletas siempre presumía de su agraciado Bebo.
Era muy tímida y apocada,pero al lado se su hermano se sentía la niña más feliz del mundo.

        Para Edgar su hemana era una muñeca, procuraba llevarla con él a todos los lugares y en todas las ocasiones en que sus circunstancias se lo permitían.
        Cuando Edgar emprendió la gran aventura de formar una familia, Mirta se sintió muy sola y recordaba las veces que igualmente Bebo la exasperaba cuando por las noches ejercía de fantasma colandola una mano por la puerta de su habitación creándola un miedo terrible y finalizando llamando  la pequeña a mamá.

 

       Pasó el tiempo, Edgar tuvo tres preciosos descendientes y se trasladó junto con su familia a otra ciudad con la finalidad de prosperar en su trabajo, se sentía el hombre más dichoso y  feliz de la tierra ,vivía realmente encantado y satisfecho.
      
        Mirta se hizo una mujer muy hermosa y elegante, y con dieciocho años, presentó a toda la familia su primer y único novio formal,casándose al cabo del año.


CONTINUARÁ